Síndrome del pequeño tirano

El síndrome del pequeño emperador consiste en niños con comportamientos de imposición, que buscan dominar a sus padres. También es conocido como síndrome del pequeño tirano o del niño rey.

Es importante saber diferenciar las rabietas de este comportamiento disruptivo. En estos casos, la conducta del niño suele presentar ciertas características que nos pueden servir como indicador de alerta. Algunas de ellas son:

Baja tolerancia a la frustración. Responden ante la negación y límites con rabietas, ataques de ira, insultos o agresión.
Dificultad para resolver problemas o hacer frente a situaciones displacenteras.
Exigen y demandan constantemente atención y cuando no la reciben, suelen reaccionar con ataques de ira e impulsividad.
Dificultad para entender las consecuencias de su comportamiento. En ocasiones, no muestran remordimiento por lo que dicen o hacen en las crisis de irritabilidad.
Culpabilizan a los demás por las situaciones que les genera disgusto, incluso por sus propias acciones.
Se imponen y rechazan las normas y castigos de los mayores.
Ante los límites y/o castigos, expresan rechazo hacia los padres y los etiquetan como injustos, malos o acusan de que no le quieren.
Alto nivel de egocentrismo.
Dificultad para establecer empatía.
Conductas de manipulación.
Respuesta impulsiva y exagerada ante negativas, normas y límites.
Busca imponer a los padres que hacer.

Si tu hijo presenta estas características de manera frecuente y repetitiva, y notas una conducta exagerada con tendencia a la imposición e irritabilidad, te recomendamos algunas pautas:

Establece límite: Normas claras, justificadas. Asegúrate que las entienda y sepa que se espera de él.
Muestra firmeza: Las normas deben cumplirse. Si ceden constantemente ante ellas, se pierde la credibilidad y buscará manipularlas constantemente.
Muestra coherencia: Todos en casa deben seguir las normas establecidas.
Premios y castigos: Los premios no necesariamente deben ser material, pero es importante siempre reconocer los logros y alcances de tu hijo. Basta con felicitarle por su comportamiento o hacerle saber lo feliz que te sientes por su forma de actuar. En caso de querer implementar un castigo, es importante establecer castigos que podáis cumplir. No se debe ignorar o cambiar un castigo, pierde estructura y credibilidad.
Asignar responsabilidad: De acuerdo a su edad, hay responsabilidades que pueden ir asumiendo en casa. Esto es ideal para fomentar la autonomía y dar estructura a la personalidad.
Busca ayuda: Sabemos que no es fácil implementar límites y normas en estos casos, sobre todo al principio que más cuando más se oponen y más irritables suelen estar. No dudes en buscar ayuda profesional.

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