El síntoma más evidente de la bronquitis es la tos persistente acompañada de dificultad para respirar, el malestar general y, a veces, la fiebre.
El niño puede tener fiebre o no, pero siempre tiene un aspecto cansado, respira con dificultad y está muy débil.
Hay que llamar inmediatamente al pediatra si:
– El niño tiene menos de cinco meses y está resfriado, y tiene tos, aunque no tenga fiebre.
– Tiene una respiración jadeante.
– Al cabo de tres días de inicio de una bronquitis aguda, no se perciben signos de mejoría.
– Junto al moco aparece sangre.
– La fiebre es superior a los 38ºC.