Se considera que un incremento de peso normal en un embarazo es de 7 a 15 kilos.
El aumento de peso está condicionado por el peso inicial. Una mujer que tiene bajo peso al inicio del embarazo y que coge 18 kilos se valorará como un incremento adecuado.
En cambio, una mujer con sobrepeso al inicio de su gestación sólo debería engordar unos 7 kilos.
En caso de embarazo gemelar, el incremento puede ser de 15-20 kilos.
Para evitar coger muchos kilos, la futura mamá puede disminuir la ingesta de alimentos energéticos y realizar más actividad física.