Consejos para cuidar de tu suelo pélvico

Evita retener la vejiga llena por mucho.
Cuando vayas a orinar o a defecar deja que la vejiga o el recto se vacíen solos, no fuerces o empujes con los abdominales, tómate tu tiempo.
Mantén una postura correcta en el WC. Siguiendo estos consejos:
1. Eleva tus pies sobre un pequeño escalón.
2. No curves tu zona lumbar.
3. Respira profundamente y relaja totalmente tu abdomen.
4. Relaja el esfínter anal y permite la salida de aire por la boca en el momento en que empujas las heces. Ese “empuje” no debe ser forzado en ningún momento.
Bebe 2 litros de agua al día.
Realiza una adecuada higiene genital y cuida la flora natural de la zona.
Cuida el sobrepeso y el estreñimiento con una dieta equilibrada rica en fibra.
Conoce tu suelo pélvico y fortalécelo.
Ejercita tu suelo pélvico para una mejor recuperación. Los ejercicios de suelo pélvico se basan en contracciones mantenidas. Un fisioterapeuta experto podrá indicarte mejor como realizarlo. Luego que los domines, incorporalos a tu rutina diaria. Como todo ejercicio, requiere constancia. Puedes practicar estos ejercicios en distintas posiciones: tumbada, a cuatro patas o sentada sobre cojines, pero siempre manteniendo una postura correcta.
Mantente Activa. El sedentarismo conlleva a la debilitación de los musculos del cuerpo y también al sobrepeso. Ambos factores afectan negativamente a tu suelo pélvico.
No levantes mucho peso. Cuando elevas cargas muy pesadas la presión ejercida dentro de tu abdomen empuja hacia abajo, contra tu suelo pélvico y existe el riesgo de sufrir incontinencia urinaria o prolapsos (descenso de órganos).

 

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