¿Conocéis la Terapia Vojta?

Es un método para el tratamiento fisioterapéutico de las alteraciones motoras, se conoce también con el nombre de «Terapia de locomoción refleja», ya que consiste en desencadenar mecanismos automáticos de locomoción, programados en el Sistema Nervioso Central de todo ser humano: la reptación y el volteo reflejo.

A partir de determinadas posturas se ejerce un estímulo de presión en ciertos puntos del cuerpo (zonas de estimulación), sin dar al paciente ninguna orden verbal. El cerebro responde con un movimiento global automático, pero diferenciado en cada segmento del cuerpo. El terapeuta mantiene esa respuesta contra resistencia durante uno o dos minutos.

La ejecución repetida de estos movimientos globales provocados, activa los circuitos del sistema nervioso central que controlan automáticamente la postura y el movimiento, y los hace funcionales.
La terapia Vojta propone que la activación repetitiva de dichos movimientos “reflejos“ en el paciente conduce a la “liberación“ o “generación“ de circuitos nerviosos bloqueados funcionalmente entre el cerebro y la medula espinal.

Esta terapia puede aplicarse en niños y adultos de todas las edades, pero en la edad infantil está especialmente indicada.
En las primeras semanas y meses de vida ayuda a activar el desarrollo motor normal en los niños con riesgo de patologías motoras (Parálisis cerebral, retrasos del desarrollo, hipotonías, etc). Como tratamiento precoz de todas las patologías motoras detectadas tempranamente: asimetrías posturales, lesiones medulares, parálisis de plexo braquial, displasias de cadera, malformaciones, deformidades, etc. En ese tiempo la capacidad de reorganización del cerebro y de recuperación funcional de todo el organismo es muy grande, y es posible evitar la fijación de posturas o patrones motores anormales.

En la edad preescolar, escolar y juvenil: no solo en el tratamiento de lesiones neuromotoras, sino también en las alteraciones ortopédicas (escoliosis, rehabilitación postquirúrgica, deformidades de extremidades, alteraciones posturales, etc). En los jóvenes y adultos con patología motora: hemiplejia, paraplejia, traumatismos craneales, dolores y limitaciones

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