La estimulación sensorial es de gran importancia para el desarrollo de los bebés y de su sistema nervioso. Todo niño nace con un potencial cerebral que se evidencia en aspectos cognitivos, lingüísticos, motores, artísticos, y sociales, pero su desarrollo depende de los estímulos que reciba.
Desde el momento que nace es preciso exponer al bebé a diversos estímulos que se irán adaptando en función del tiempo para así garantizar óptimo desarrollo de sus funciones y aprovechar al máximo la plasticidad cerebral que caracteriza los primeros años de vida.
Estimular a nuestros bebés es un tema fácil y divertido, ya que podemos hacerlo de manera lúdica y así disfrutar un excelente tiempo de calidad con ellos.
La falta de estimulación puede generar alteraciones en el desarrollo de los bebés como un retraso en la motricidad (volteo, gateo, marcha), cognición (imitación, juego simbólico), lenguaje (balbuceo, primeras palabras) y socialización (juego con niños, contacto visual).
Un error común a la hora de estimular a nuestros niños es hacerlo sólo enfocándonos en aspectos en concreto. El desarrollo ideal de un niño consiste en hacerlo de forma global (todos los aspectos del desarrollo) y continua.
Para una correcta estimulación sensorial debemos aplicar técnicas lúdicas que fomenten el desarrollo de los 5 sentidos y del sistema vestibular y propioceptivo. Algunas ideas y recomendaciones son:
Para estimular el sentido el gusto:
Una vez que el pediatra te indique comenzar a introducir alimentos a la dieta, probar a darle diversas texturas y sabores (dulce, ácido, agrio), es muy recomendable el BLW, y también darle a probar diversas temperaturas.
Para estimular el sentido el tacto:
A la hora del juego, ofrécele objetos de diversas texturas. Una técnica muy efectiva es darle a explorar botecitos con arroz, garbanzos, harina, macarrones, etc. Sus juguetes deben ser variados, que pruebe desde la suavidad de un peluche hasta la firmeza de una canica. Al exponerlo a los diversos materiales y juguetes, se debe tener cuidado de que no se lleve nada a la boca ni se haga daño.
Dejarle jugar con cremas, comer con las manos (mientras aprende a usar los utensilios), plastilina, son sensaciones que favorecen su desarrollo. Otra estratégica muy efectiva y que además fomenta un vinculo con el bebé, es jugar a las cosquillas, acariciarle, peinarle.
Para estimular la vista:
Para estimular la vista debemos exponerlos a variedad de colores y formas. Móviles, juguetes con colores llamativos, paseos donde puedan ver naturaleza, hacerles espectáculos de títeres, cuentacuentos, que sigan algún objeto con la vista, jugar a moverle las manos y hacer figuras, etc.
Para estimular la audición:
Es muy importante hablar y cantarle a nuestros hijos, aunque sean pequeños y creamos que no nos entienden, es de gran influencia para el desarrollo de la audición y del habla. Hacer sonidos con la boca, aplaudir, susurrarle, que escuche música variada, sonarle alguna campana o instrumento, también son recursos que nos pueden valer.
Para estimular el olfato:
Facilitar que huelan frutas o alimentos que tengan mucho aroma como la naranja, algunas florecillas en un parque, perfumes suaves, cremas, etc.
Para estimular el sistema vestibular:
Para trabajar el equilibrio y los movimientos puede mecerle en brazos, jugar a bailar con él, rebotar en una pelota, los columpios. Recuerda que los movimientos deben ser en principio suave y a medida que vaya creciendo ir incorporando velocidad.
Para estimular el sistema propioceptivo:
Ideal en este apartado son las caricias, mimos y masajitos. Le estimulas y a su vez, le demuestra tu cariño y lo importante que es para ti.
En un principio es recomendable que la estimulación temprana multisensorial sea guiada por un especialista del desarrollo, una vez aprendida y conociendo los alcances que se deben esperar de acuerdo a cada etapa, ya podrás continuar en casa con la seguridad de estar haciéndolo correctamente.