Durante el embarazo, son muchos los cambios que sufre el cuerpo de la futura mami. Cambios en la curvatura lumbar, aumento de peso, alteraciones hormonales, reposicionamiento de la pelvis y crecimiento de la tripa, son algunos de los cambios que experimenta la mujer durante el embarazo; dichos cambios pueden ocasionar posibles lumbalgias, compresión de nervios, protusiones e incluso hernias.
El tratamiento fisioterapéutico en estos casos es muy adecuado y consigue aliviar molestias típicas del embarazo. Además del dolor de espalda y posibles casos como los anteriormente mencionados, otras de las molestias que puede tratar el fisioterapeuta son la pesadez de piernas, retención de líquidos, contracturas y otro tipo de dolores musculares.
Además, dentro de la fisioterapia de maternidad, también puede ser de gran ayuda en casos de incontinencia urinaria u otros problemas de suelo pélvico y obstetricia.
Cualquiera que sea el caso, el objetivo es que recuperes la comodidad, que puedas realizar tus actividades diarias sin molestias ni limitaciones y prevenir posibles lesiones a futuro.
¡No te preocupes por el tamaño de tu tripa! Hay muchas formas de recibir fisioterapia de espalda sin tener que posicionarte boca abajo. Los especialistas en maternidad disponen de técnicas e instrumentos para ayudarte a que disfrutes de la maravillosa experiencia del embarazo.