BEXSERO, La vacuna de la Meningitis B, ¿Se la pongo o no?

Hace más de tres años el laboratorio Novartis consiguió los permisos de la EMA (European Medicines Agency) para que la vacuna de la meningitis B, llegara a toda Europa, de modo que cada gobierno decidiera qué hacer con ella.

Esta vacuna surge como necesidad de combatir la meningitis B, una infección que afecta sobre todo a los niños más pequeños, cuyo sistema inmunitario no es tan capaz de frenar la infección. A pesar de ser poco frecuente, es una enfermedad muy peligrosa porque de los niños afectados fallece el 10%, mientras un 10 a un 30% quedan con secuelas permanentes (se podría decir que entre un 20 y un 50% de los niños no superan bien la enfermedad).

La mayoría de países optaron por dejar el tema en manos de cada pediatra. En España, en cambio, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) la consideró solo para uso hospitalario, hasta que el 1 de octubre de 2015 se modificó el estado para que pudiera ser prescrita por los médicos.

Desde entonces la distribución ha sido muy pobre y muchos padres han tenido que esperar meses para poder conseguirla. En la actualidad el número de vacunas está aumentando en todas las farmacias de España y es ahora cuando muchos padres empiezan a preguntar por ella y a valorar la posibilidad de ponérsela a sus hijos.

La pregunta del millón: ¿Es una vacuna importante? La decisión de vacunar o no a un niño es de cada padre y cada madre, aunque la prescripción es del pediatra.

El Ministerio de Sanidad, en un documento dirigido a los padres, explica que en realidad no es una vacuna que deba recomendarse para todos los niños, por el momento, y que su uso debería restringirse a unos casos muy concretos:

• “Personas con mayor riesgo de sufrir enfermedad meningocócica invasora, como determinadas enfermedades en las que estén afectadas las defensas o que previamente hayan padecido una enfermedad meningocócica”.

• “En caso de agrupaciones de casos (brotes) u otras situaciones en las que las autoridades sanitarias lo considerasen necesario”.

En cualquier caso, son muchos los padres que con el beneplácito de su pediatra la están comprando y administrando, ya que mientras el Ministerio aconseja precaución, la AEP recomienda vacunar a todos los niños a partir de los 2-3 meses de edad.

Así que con esta contradicción encima de la mesa, quizás lo más interesante sea saber cuál es el riesgo real de que un niño o niña padezca una infección por meningitis B.
Según el Ministerio de Sanidad, el mayor riesgo está en los bebés menores de un año, seguido de los menores de 4 años. Después la incidencia va disminuyendo paulatinamente, y por eso se dice que es una vacuna recomendada sobre todo en los niños y niñas menores de 5 años (aunque se puede poner después porque está estudiada su seguridad hasta los 55 años).

Siendo una bacteria hay antibióticos para curar una infección por meningitis B, sin embargo, el pronóstico dependerá de la edad del niño, así como del tiempo que haya pasado desde el inicio de la infección. Si hablamos de un bebé, la velocidad con que se propaga la infección puede hacer que el tratamiento no llegue a tiempo, y en el caso de niños más mayores sucede parecido: si se tarda en diagnosticar la meningitis el antibiótico puede no ser del todo efectivo. Por eso se considera que la mejor opción es tratar de prevenir la enfermedad, cuyo contagio se produce de otros niños o adultos enfermos o de personas sanas portadoras de la bacteria (que ni siquiera saben que la portan).

En todo caso, lo más recomendable es consultar con su pediatra y tomar la decisión en función a las características de su bebé.

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